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TEXTOS |
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RAFAEL TOVAR.
JUAN SORIANO.
CREACIÓN COMO LIBERTAD.
HOMENAJE NACIONAL EN SU 80 ANIVERSARIO.
En uno de los varios textos iluminadores y admirativos que Octavio
Paz escribió acerca de Juan Soriano, dijo que su obra
es la afortunada fusión de las tres potencias del arte: la
tradición, la fantasía poética y la imaginación
visual, y acto seguido explicó que la tradición
es la herencia, no recibida como dádiva sino como reconquista;
que la fantasía es el soplo que anima aquello que vemos ya
sea con los ojos abiertos o cerrados y que la imaginación es
la facultad que concibe las formas que encarnan los fantasmas de esa
fantasía.
Nacido en Guadalajara, Jalisco, en 1920, al cumplirse ahora el octogésimo
aniversario de este extraordinario artista, el tiempo nos ha brindado
la oportunidad de rendirle, en el curso del año 2000, el tributo
que de manera indudable se merece por todo cuanto ha aportado a la
cultura contemporánea de México, lo mismo con su pintura
que con su escultura, con su cerámica y con su obra gráfica,
con su dibujo y con las escenografías que llevó a cabo
desde los años treinta para diversas coreografías y
puestas en escena, pero sobre todo en los años cincuenta para
el generoso proyecto de Poesía en Voz Alta, origen del teatro
contemporáneo de México y en el cual, como bien se sabe,
Juan Soriano tuvo una responsabilidad y una participación fundamentales.
Sergio Pitol lo ha llamado el perpetuo rebelde porque además
de que nunca ha formado parte de sectas, partidos ni escuelas, su
obra es la expresión de un mundo enteramente individual, esencialmente
personal impulsado por una vehemencia de libertad que él defiende
en todo momento, lo mismo en lo artístico que en lo moral.
La libertad rige y determina su vida y su creación con esa
libertad ha producido una de las obras más personales e intensas
del arte mexicano del siglo XX.
Para Juan Soriano, como él mismo lo ha dicho en innumerables
ocasiones, la vida del hombre y del artista es una lucha constante
por conseguir la libertad no sólo para crear arte sino también
para crear vida, dentro de la más profunda necesidad del ser
humano.
Con esta conciencia, este artista excepcional ha venido creando, desde
hace más de seis décadas, la obra que despierta nuestra
admiración y tiene la capacidad de cada día renovar
el entusiasmo y el asombre de quien la ve y con ella se emociona.
Talento prodigioso y precoz, Juan Soriano nos entregó, desde
los catorce años de edad, ejemplos extraordinarios de lo que
sería, con el tiempo, su grandeza artística y humana.
Esta muestra retrospectiva con la que el Museo de Arte Contemporáneo
Internacional Rufino Tamayo celebra los ochenta años de Soriano,
constituye un justo y merecido homenaje al genio plural de un artista,
y tendrá la virtud de revelar al espectador toda la compleja
diversidad de los ámbitos en donde ha incursionado, para asombro
y gratitud de quienes tenemos el privilegio de contemplar su maestría. |
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