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TEXTOS |
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JUSTINO FERNÁNDEZ.
Juan Soriano. Universidad Nacional Autónoma
de
México. Colección de Arte 32. México, 1976.
A Soriano le ha gustado atreverse a realizar composiciones complicadas,
en las que intervienen varias figuras y, además, con temas
imaginativos, audaces. En 1943 encontramos dos obras de este tipo.
En La novia vendida
una serie de elementos que se antojan incongruentes componen el asunto.
Casi al centro del cuadro esta la novia, atendida por otras jóvenes;
pero si se observa mejor, se trata como de diversos momentos o estados
de la misma persona. Una niña ofrece un liquido a la figura
desnuda, con el que ungirá a la novia; esta se mira en un espejo,
que sostiene otra muchacha, y ve en él la muerte; una muchacha
mas serena, semitapada con un chal o rebozo con templa la escena.
Dentro de la habitación, a la izquierda, asoma una cama. En
lo alto dos ángeles parecen simbolizar la inocencia, y abajo
un toro de relucientes cuernos es tirado del hocico por un geniecillo.
Esta, pues, una serie de elementos simbólicos que sugieren,
por asociación de ideas, el tema vital y su ciclo completo.
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